Tratamiento para varices en Sevilla
En Clínicas Artemisa, apostamos por un enfoque médico innovador que combina tecnología avanzada y experiencia profesional para ofrecerte un tratamiento para varices eficaz, mejorando tu salud y la apariencia de tu piel.
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El tratamiento para varices no es solo una cuestión estética: refleja la necesidad de abordar una disfunción del sistema circulatorio venoso que, si no se trata, puede derivar en molestias crónicas y complicaciones serias. Estas venas dilatadas y visibles afectan tanto la salud como la calidad de vida de quienes las padecen.
En Clínicas Artemisa, ubicada en el corazón de Sevilla, entendemos la importancia de un tratamiento para varices eficaz y seguro. Por eso apostamos por soluciones avanzadas y mínimamente invasivas que han transformado la forma de abordar esta condición. Nuestro enfoque se basa en la fleboterapia regenerativa tridimensional, una técnica innovadora que regenera las venas sin necesidad de cirugía, incisiones ni hospitalización. Gracias a esta tecnología, nuestros pacientes experimentan resultados visibles desde las primeras sesiones, mejorando no solo el aspecto de sus piernas, sino también su bienestar general.
En Clínicas Artemisa combinamos experiencia médica, tecnología de vanguardia y un trato cercano para ofrecer una solución definitiva y personalizada al problema de las varices.
¿Qué son las varices?
Las varices son una afección venosa frecuente que se manifiesta como dilataciones visibles y anormales de las venas, especialmente en las piernas. Estas se producen cuando las válvulas internas que regulan el flujo sanguíneo hacia el corazón dejan de funcionar correctamente, provocando estancamiento de sangre y aumento de presión en las paredes venosas. Esto lleva al ensanchamiento y deformación de las venas, afectando tanto la salud circulatoria como la apariencia estética. En el contexto clínico, este trastorno forma parte de la insuficiencia venosa crónica y requiere atención especializada. Un tratamiento para varices temprano y adecuado puede prevenir complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
A menudo, las varices se confunden con las arañas vasculares —esas pequeñas líneas rojas o azuladas en forma de telaraña que aparecen en la superficie de la piel—. Aunque ambas son manifestaciones de una disfunción venosa, se diferencian en profundidad, tamaño y síntomas. Las varices, al ser más profundas y grandes, suelen generar molestias como dolor, calambres o sensación de pesadez.
La insuficiencia venosa crónica es la patología subyacente que da origen a las varices. Se trata de una alteración del retorno venoso que no debe tomarse a la ligera, ya que con el tiempo puede derivar en complicaciones graves como úlceras, trombosis o cambios en la pigmentación cutánea. Por ello, abordar este problema con un tratamiento para varices eficaz y oportuno es fundamental para preservar la salud vascular y mejorar la calidad de vida.
¿Por qué aparecen las varices?
La aparición o causa de varices responde a una combinación de factores genéticos, hormonales y de estilo de vida. La predisposición genética es una de las causas más influyentes: si existe historial familiar de insuficiencia venosa, las probabilidades de desarrollarla aumentan considerablemente. Sin embargo, no es el único factor determinante.
El sedentarismo y los hábitos posturales prolongados, como permanecer muchas horas de pie o sentado, dificultan el retorno venoso y fomentan la acumulación de sangre en las piernas. Además, el uso de ropa ajustada en la zona abdominal o de las piernas puede comprimir las venas, reduciendo su eficacia.
Durante el embarazo, los cambios hormonales y el aumento de presión en el abdomen incrementan el riesgo de aparición de varices. La hormona progesterona relaja las paredes venosas, facilitando su distensión y favoreciendo la insuficiencia venosa.
Una dieta alta en sodio, baja en fibra y el sobrepeso también están estrechamente relacionados con la aparición de varices. El exceso de grasa abdominal incrementa la presión interna del cuerpo, obstaculizando el flujo venoso. Mantener una alimentación equilibrada, controlar el peso y realizar actividad física regularmente son pilares fundamentales en la prevención de esta afección.
Identificar estos factores a tiempo permite actuar de forma preventiva o iniciar un tratamiento de varices personalizado, que no solo aborde los síntomas visibles, sino que trate el origen del problema para evitar su progresión.
¿Cómo evitar las venas varicosas?
Aunque no siempre es posible evitar completamente las venas varicosas, adoptar ciertos hábitos saludables puede reducir considerablemente su riesgo de aparición.
Mantenerse físicamente activo con ejercicios como caminar, nadar o montar en bicicleta favorece el retorno venoso y fortalece los músculos de las piernas. Evitar pasar largos periodos sentado o de pie, y cambiar de posición con frecuencia, también es fundamental para activar la circulación.
Otra recomendación clave es elevar las piernas durante el descanso para reducir la presión venosa, así como mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada rica en fibra y baja en sal. Evitar el calor excesivo en las piernas —como baños calientes, saunas o la exposición prolongada al sol— también ayuda a prevenir la dilatación de las venas.
Además, optar por ropa y calzado cómodos, evitar prendas ajustadas y utilizar tacones bajos favorece una circulación venosa eficiente. Los masajes suaves y las duchas de agua fría en las piernas pueden estimular la función venosa, al igual que el uso de medias de compresión en casos con predisposición genética o factores de riesgo.
En Clínicas Artemisa te orientamos sobre cómo prevenir las venas varicosas y cuidamos de tu salud vascular con un enfoque personalizado y preventivo. Además, si ya presentas síntomas o signos visibles, contamos con un tratamiento de varices mínimamente invasivo que te permitirá mejorar tanto la funcionalidad de tus venas como el aspecto estético de tus piernas, sin necesidad de cirugía ni hospitalización.
Tipos de varices
Las venas varicosas pueden clasificarse según su tamaño, ubicación y el grado de afectación del sistema venoso. Identificar el tipo de variz es esencial para determinar el tratamiento más adecuado.
Telangiectasias o arañas vasculares: Son las más pequeñas y superficiales. Se presentan como líneas finas de color rojo o azul, generalmente en piernas o rostro. Aunque suelen ser un problema estético, en algunos casos causan ardor o picazón.
Varices reticulares: Venas dilatadas de color azul verdoso, más grandes que las telangiectasias pero menores que las tronculares. Forman redes bajo la piel, especialmente en la parte posterior de las piernas, y pueden generar incomodidad o sensación de pesadez.
Varices tronculares: Son venas abultadas y tortuosas que afectan a los troncos venosos principales, como las venas safenas. Están asociadas a insuficiencia venosa avanzada y suelen causar dolor, hinchazón y calambres.
Venas perforantes incompetentes: Son venas que conectan el sistema superficial con el profundo. Cuando fallan, permiten el reflujo sanguíneo, agravando el desarrollo de varices.
Varices con complicaciones: En casos avanzados, pueden derivar en eccemas, cambios de coloración, edemas crónicos o incluso úlceras venosas.
Síntomas comunes de las varices
El desarrollo de varices suele estar acompañado de una serie de síntomas que, aunque varían en intensidad, afectan significativamente la vida diaria del paciente. Entre los más frecuentes se encuentran la sensación de pesadez en las piernas, especialmente al final del día, calambres nocturnos, ardor localizado y picor en la zona afectada. A medida que la insuficiencia venosa avanza, también es común observar hinchazón en tobillos y pies, así como la aparición de venas prominentes de color azulado o verdoso.
Estos síntomas no solo generan malestar físico, sino también emocional. Muchas personas con varices experimentan inseguridad al vestir prendas que dejan ver las piernas, lo que puede repercutir en su autoestima y limitar su vida social. Además, la falta de tratamiento puede agravar los síntomas, provocando dolor constante, dificultad para caminar o permanecer de pie y, en casos extremos, complicaciones médicas severas.
Por ello, ante la presencia de cualquiera de estos signos, es fundamental acudir a un especialista que evalúe la situación y proponga el tratamiento de varices más adecuado, antes de que la patología progrese.
La Fleboterapia Regenerativa Tridimensional es una técnica altamente efectiva para varices de todo calibre, desde las más voluminosas hasta las llamadas “arañas vasculares”. Inicialmente estudiaremos el caso detenidamente para después realizar un marcaje de aquellas varices que necesitan ser tratadas. Después procederemos a introducir el fármaco en esas venas a reparar. El resultado es la regeneración de los tramos varicosos y la mejora tanto de la funcionalidad de la vena como de la apariencia estética de las piernas.

¿Cómo saber si necesito un tratamiento para varices?
Detectar a tiempo la presencia de venas varicosas es clave para evitar complicaciones y preservar la salud venosa. Aunque muchas personas consideran estas venas dilatadas como un problema meramente estético, en realidad son un signo evidente de una alteración en la circulación venosa que debe abordarse con un enfoque médico adecuado.
Uno de los primeros indicios es la sensación de pesadez o cansancio en las piernas, especialmente al final del día o tras pasar mucho tiempo sentado o de pie. Este malestar puede ir acompañado de calambres nocturnos, ardor, picor o hinchazón en tobillos y pies. En etapas más avanzadas, las venas varicosas se manifiestan como estructuras abultadas, retorcidas y de color azulado o violáceo, lo que representa un deterioro progresivo de la función venosa.
La aparición de venas dilatadas, retorcidas y de color azulado o violáceo —ya sean superficiales o más profundas— es otro indicio claro de que algo no está funcionando correctamente en el sistema venoso. Incluso la presencia de arañas vasculares, aunque menos invasivas, puede indicar el inicio de un proceso de insuficiencia que irá progresando con el tiempo.
Detectar a tiempo la presencia de venas varicosas es clave para evitar complicaciones y preservar la slaud venosa. Aunque muchas personas consideran las varices como un problema meramente estético, la realidad es que su aparición es la manifestación visible de una alteración en la circulación venosa que debe tratarse de forma adecuada.
Si identificas uno o varios de estos síntomas, lo más recomendable es consultar con un especialista en patología venosa. En Clínicas Artemisa, realizamos una valoración médica gratuita para estudiar el estado de tu circulación y determinar si es necesario iniciar un tratamiento para varices. La detección precoz y el abordaje personalizado marcan la diferencia entre convivir con las molestias o erradicarlas definitivamente con una técnica efectiva, indolora y mínimamente invasiva.
¿Qué pasa si no se tratan las varices?
Ignorar las venas varicosas nunca es una opción segura. Aunque en sus etapas iniciales pueden parecer inofensivas, dejar pasar el tiempo sin tratarlas puede desencadenar complicaciones clínicas serias. Una de las más comunes es la tromboflebitis superficial: una inflamación dolorosa de las venas varicosas causada por coágulos sanguíneos. Si no se aborda a tiempo, esta afección puede evolucionar hacia una trombosis venosa profunda, con riesgos importantes para la salud.
Otra complicación frecuente es la aparición de úlceras venosas, especialmente en la zona de los tobillos. Estas heridas crónicas, de cicatrización difícil, afectan significativamente tanto la salud física como el bienestar emocional del paciente, y requieren tratamientos largos y cuidadosos.
También es común observar hiperpigmentación cutánea cuando las venas varicosas no se tratan: la piel se oscurece, se endurece y se vuelve más propensa a infecciones. Además, el dolor constante y la progresiva limitación funcional afectan de forma directa la calidad de vida, dificultando incluso tareas cotidianas como caminar o estar de pie.
Por eso, iniciar un tratamiento para venas varicosas en fases tempranas no solo mejora los síntomas visibles, sino que previene la evolución hacia cuadros más complejos. En Clínica Artemisa, contamos con las técnicas más avanzadas y seguras para ayudarte a preservar tu salud venosa con soluciones mínimamente invasivas, eficaces y personalizadas.
Por qué realizarte un tratamiento de varices en Clínicas Artemisa
Eliminación de Venas Varicosas y Arañas Vasculares
Mejora de la Circulación
Resultados Rápidos y Duraderos
Elegir una clínica de varices adecuada2 para tu tratamiento de varices marca la diferencia en los resultados. En Clínicas Artemisa, contamos con un equipo médico altamente cualificado, liderado por la Dra. Gema Alfonso Candela, con amplia experiencia en diagnóstico y tratamiento de patología venosa.
Cada paciente es único, y por ello ofrecemos un plan de tratamiento personalizado que parte de una evaluación médica gratuita. Utilizamos tecnología de vanguardia para realizar estudios hemodinámicos que nos permiten comprender cómo funciona tu sistema venoso y así actuar con precisión.
La calidad técnica se complementa con un enfoque humano: nos preocupamos por tu bienestar, tu imagen y tus expectativas. Nuestro compromiso con la excelencia médica ha sido reconocido por los cientos de pacientes satisfechos que han compartido sus testimonios en redes sociales y plataformas médicas.
Y lo mejor: la primera consulta es completamente gratuita, sin compromiso, para que puedas valorar si este es el camino que quieres tomar para recuperar la salud de tus piernas.
Resultados esperados y recuperación
El tratamiento para varices mediante fleboterapia ofrece resultados visibles desde las primeras sesiones. A medida que la red venosa va recuperando su funcionalidad, los síntomas disminuyen notablemente: desaparece la sensación de pesadez, se reducen los calambres y las venas dejan de sobresalir.
El número de sesiones puede variar según la gravedad del caso, aunque la media se sitúa entre 10 y 16. Este tratamiento se realiza de forma progresiva, permitiendo que el cuerpo se adapte sin estrés y favoreciendo una regeneración natural.
La recuperación es inmediata. Al no requerir anestesia ni cortes, puedes retomar tu rutina habitual al salir de la clínica. Esto supone una enorme ventaja frente a los tratamientos quirúrgicos tradicionales, que implican baja médica, vendajes y reposo prolongado.
Además de los beneficios médicos, el impacto estético es evidente. Las piernas lucen más uniformes, sin venas prominentes ni marcas visibles, devolviéndote la confianza y la libertad de vestir como quieras.
El precio del tratamiento de varices puede variar en función de la afectación de cada paciente. Ahora bien, para los casos más habituales, se puede establecer un precio desde 350 € por sesión contratando siempre el tratamiento completo. Este precio puede variar según la cantidad de sesiones necesarias y la extensión de las varices a tratar. En Clínicas Artemisa, ofrecemos una primera consulta GRATIS personalizada para evaluar cada caso y recomendar el plan de tratamiento más adecuado.



Antes y después de tratamiento de varices
Caso de varices en paciente
Estas fotografías muestran el antes y después de algunos de nuestros pacientes. Nada habla mejor que los resultados y en Clínicas Artemisa documentamos cuidadosamente el progreso de nuestros pacientes para demostrar la efectividad del tratamiento.
Los cambios no son solo visibles en la piel: también se nota en la postura, en la energía al caminar, y en la satisfacción de quienes recuperan no solo la estética de sus piernas, sino también su salud vascular.




Elimina de forma definitiva las varices sin extirpar o esclerosar las venas. Pide tu cita de valoración con nosotros, y evaluaremos tu caso.
Tu centro de Medicina Estética en Sevilla
Visítanos en la Avenida Blas Infante, 8-10, 41011 Sevilla, donde encontrarás la mejor atención.
Estamos convenientemente ubicados en el Barrio de Los Remedios, a 4 minutos andando de la parada de metro de Blas Infante y con estacionamiento disponible justo enfrente.
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Nuestra especialista
Licenciada en medicina
Máster en Medicina Estética Regenerativa y Cirugía Capilar, y especializada en tratamientos de Fleboterapia. Posee una destacada trayectoria de más de 10 años en medicina estética a nivel nacional e internacional.
Consejos para prevenir las varices
Una vez tratado el problema, es importante adoptar hábitos que ayuden a mantener los resultados y prevenir nuevas varices. Te recomendamos:
- Mantener un estilo de vida activo es esencial. Caminar, nadar o practicar yoga favorece el retorno venoso. Evita estar largas horas sentado o de pie sin moverte. Si trabajas en oficina, levántate cada hora y mueve las piernas.
- Opta por una alimentación equilibrada, rica en fibra, antioxidantes y baja en sal. Controlar el peso corporal también disminuye la presión sobre las venas. Utiliza ropa cómoda que no comprima la cintura ni las piernas.
- Otro aliado eficaz son las medias de compresión, especialmente si viajas con frecuencia o permaneces muchas horas de pie. Estas prendas aplican una presión graduada que ayuda al retorno sanguíneo.
- Y por supuesto, no dudes en acudir al especialista ante cualquier síntoma. La prevención es la mejor medicina.
¿Alguna duda sobre el tratamiento de varices?


Depende del tratamiento. En Clínicas Artemisa, realizamos fleboterapia que es un tratamiento con microinyecciones y no requiere anestesia. Es prácticamente indolora.
Cada caso es único, por lo que no hay un número estipulado de sesiones mínimas. En la mayoría de las ocasiones los pacientes notan una disminución de los síntomas ya desde la primera sesión. Hay que añadir que en la segunda sesión también se han visto mejoras estéticas considerables, pero, por lo general, se suelen necesitar cuatro sesiones para ver mejoras estéticas, funcionales y de los síntomas.
Sí, si se trata la red venosa completa y se siguen los cuidados recomendados. Las venas regeneradas no vuelven a abrirse.
Sí. No requiere baja laboral ni reposo. Puedes incorporarte a tus actividades el mismo día.
Sí. La fleboterapia trata tanto varices como telangiectasias superficiales.
La cirugía extirpa las venas. La fleboterapia regenera y normaliza su función sin eliminarlas, con mejores resultados estéticos y funcionales.
Nuestra recomendación es realizar siempre que se pueda un tratamiento conservador, para recuperar la salud de las venas y no eliminarlas o estirparlas. En este caso, sería la fleboterapia.
Existen distintos tratamientos para las varices según el tipo y grado de insuficiencia venosa. En Clínica Artemisa aplicamos la Fleboterapia Regenerativa Tridimensional, una opción mínimamente invasiva que mejora la funcionalidad y el aspecto estético de las venas afectadas sin cirugía.
En Clínica Artemisa tratamos las varices sin necesidad de cirugía mediante la Fleboterapia Regenerativa Tridimensional, una técnica innovadora que regenera y fortalece la pared de las venas mediante microinyecciones indoloras.
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